Esta fruta exótica recubierta por una cáscara protectora se la conoce como ojo de dragón por su parecido con el globo ocular. Su nombre científico es Dimocarpus longan, es originaria de China, pero por sus beneficios y propiedades para el organismo su consumo se ha extendido por Tailandia, Indonesia, India y el resto del mundo.
De sabor dulce, el ojo de dragón contiene muchas vitaminas y minerales antioxidantes, y en la medicina asiática se utiliza mucho por sus propiedades relajantes. Por todo ello, la OMS recomienda su consumo.
Se puede comer fresco cuando está maduro, pero lo más común es consumirlo seco o en conserva.